El proyecto fue tomando y perdiendo forma, amasándose con la ayuda de los/as asistentes al taller, que durante estas sesiones de sobremesa poníamos patas arriba la estructura de la historia.
En mi cuaderno de bitácora se fue trazando la historia, que por cada jornada iba cambiando poco a poco.
Del documento "original" ya no quedaba nada a la vista, cada vez se iban sumando nuevos personajes, cada uno con su propia historia, alterando el transcurso de los acontecimientos.
Las tramas se iban amontonado como sedimentos, que consolidaban y daban firmeza a la historia final.
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